Receta de Chilaquiles de Guajillo Auténticos

Un Plato con Raíces Históricas y Sabor a Tradición

Si alguna vez has despertado con hambre de algo reconfortante, picante y con raíces bien profundas en la tradición mexicana, probablemente pensaste en unos buenos chilaquiles. Pero no cualquier versión. Esta receta de chilaquiles de guajillo evoca el alma de la cocina casera: sencilla, práctica y llena de sabor.

Lo que muchos no saben es que los chilaquiles no solo son un antojo popular, sino también el símbolo por excelencia de la cocina de aprovechamiento. Desde tiempos prehispánicos, nuestras abuelas y bisabuelas han usado las tortillas del día anterior como base para transformar lo común en algo extraordinario. Es aquí donde la magia del maíz se renueva cada mañana.

La palabra “chilaquiles” proviene del náhuatl chīlāquilitl, que puede traducirse como “tiras de chile y verdura” o “sumergido en chile.” Este origen lingüístico es un reflejo directo de la esencia del platillo: tortillas bañadas en salsa, fusionadas con el calor de los sabores regionales.

En esta versión, usamos el chile guajillo, una variedad roja, terrosa y ligeramente ahumada que nos regresa al corazón de los sabores auténticos. Es menos picante que otras variedades, lo que lo convierte en una base ideal para una salsa roja para chilaquiles chile guajillo que conquista sin abrumar.

Lo mejor de todo es que este platillo puede disfrutarse como desayuno, almuerzo o cena. Acompáñalo con un café o incluso con una bebida moderna como un strawberry milk tea para un contraste dulce y refrescante.

Así que ponte el delantal, calienta tu comal y prepárate para aprender cómo hacer chilaquiles rojos receta de la abuela, donde cada ingrediente cuenta una historia.

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Receta de Chilaquiles de Guajillo Auténticos

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Auténtica receta de chilaquiles rojos con chile guajillo, una salsa terrosa y suave que acompaña perfectamente tortillas crujientes. Incluye toppings tradicionales y consejos para lograr la textura ideal.

  • Author: Rachel Moore
  • Prep Time: 15 mins
  • Cook Time: 20 mins
  • Total Time: 35 mins
  • Yield: 23 porciones 1x
  • Category: Desayuno
  • Method: Estufa
  • Cuisine: Mexicana

Ingredients

Scale

Para la salsa:

5 chiles guajillos secos (sin semillas)

2 jitomates medianos

1 diente de ajo

¼ cebolla blanca

1 taza del agua de remojo

Sal al gusto.

Opcional: caldo de pollo para ajustar

Para los chilaquiles:

Tortillas del día anterior (fritas)

Aceite vegetal

Queso fresco o panela

Crema mexicana

Cilantro fresco

Cebolla morada

Aguacate (opcional)

Huevos o pollo deshebrado (opcional)

Instructions

1. Tostar ligeramente los chiles guajillo en comal sin quemarlos.

2. Remojar en agua caliente durante 10-15 minutos.

3. Tostar ajo y cebolla.

4. Licuar chiles, jitomate, ajo y cebolla con agua de remojo.

5. Colar la salsa y cocinarla en sartén con aceite hasta que espese.

6. Freír las tortillas o usar totopos gruesos.

7. Mezclar totopos con la salsa caliente sin dejar que se ablanden.

8. Servir con queso, crema, cebolla y toppings al gusto.

Notes

Sirve inmediatamente para mantener el crujiente.

Puedes guardar la salsa en refrigeración hasta por 3 días.

Perfecto para acompañar con huevo o carne deshebrada.

Nutrition

  • Serving Size: 1 plato
  • Calories: 350
  • Sugar: 3g
  • Sodium: 380mg
  • Fat: 22g
  • Saturated Fat: 6g
  • Unsaturated Fat: 13g
  • Trans Fat: 0g
  • Carbohydrates: 28g
  • Fiber: 4g
  • Protein: 8g
  • Cholesterol: 25mg

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La Clave Está en el Chile: Por Qué Elegir el Guajillo

Cuando hablamos de chilaquiles rojos con carácter, el chile guajillo es el ingrediente que marca la diferencia. Elegante, profundo y ligeramente ahumado, este chile seco no solo aporta el color rojo vibrante tan característico del platillo, sino también un sabor inconfundible que lo distingue de cualquier otra versión.

Mientras otras recetas como los chilaquiles verdes se basan en tomatillo o las versiones picantes usan chile de árbol, el guajillo ofrece una experiencia más suave y equilibrada. Es la opción perfecta para quienes buscan autenticidad sin sacrificar el paladar.

Perfil de Sabor: Aterciopelado, Afrutado y Ahumado

El guajillo no busca robarse el protagonismo con picor extremo. Al contrario, su magia está en su sutileza. Tiene notas afrutadas, ligeramente dulces y con un fondo ahumado, como si cada chile llevara consigo la historia del fuego lento del campo mexicano.

Además, su versatilidad lo convierte en un favorito tanto para esta receta de chilaquiles de guajillo como para salsas, moles y adobos. Es el tipo de ingrediente que eleva sin dominar.

Si alguna vez has probado un mole casero y te sorprendió ese fondo suave de chile que no quema, probablemente era guajillo.

Preparación Esencial: Tostar y Remojar para Potenciar el Sabor

Para aprovechar todo su sabor, el guajillo requiere un tratamiento especial pero muy simple. Antes de licuarlo, hay que tostarlo suavemente en un comal, solo unos segundos por lado, hasta que suelte su aroma. Este paso intensifica su sabor sin volverlo amargo.

Luego, se remoja en agua caliente por 10 a 15 minutos. Este remojo no solo lo suaviza, sino que ayuda a liberar su color y aceites naturales, lo que dará cuerpo a tu salsa roja sin necesidad de espesantes artificiales.

Es un pequeño ritual de la cocina tradicional mexicana, uno que transforma un simple chile seco en la base de un platillo lleno de carácter.

Y si ya tienes guajillos listos, puedes usarlos también para dar sabor a otros platos sencillos como este Air Fryer Chuck Roast si quieres una cena fusión mexicana-americana sin complicarte.

Ingredientes frescos para receta de chilaquiles de guajillo: tortillas, chiles guajillo, tomate, crema y queso.
Ingredientes tradicionales para unos auténticos chilaquiles de guajillo mexicanos.

Ingredientes fundamentales para la salsa y los chilaquiles

En la receta de chilaquiles de guajillo, los ingredientes importan tanto como la técnica. Esta es una receta que se construye con productos simples, pero cada uno debe elegirse con intención. La calidad del chile, la madurez de los tomates, el tipo de totopo, e incluso los toppings definen si obtienes un platillo básico… o uno memorable.

Si alguna vez probaste una receta de chilaquiles rojos crujientes y pensaste “esto sabe a México”, lo más probable es que los ingredientes estuvieran bien seleccionados y balanceados. Aquí va lo que necesitas:

Tostando chiles guajillo para receta de chilaquiles de guajillo tradicionales
Paso esencial en la receta de chilaquiles de guajillo: tostar suavemente los chiles para intensificar su sabor.

Ingredientes para la salsa de chile guajillo:

  • 5 chiles guajillos secos, sin semillas ni venas
  • 2 jitomates medianos (rojos y maduros)
  • ¼ de cebolla blanca
  • 1 diente de ajo
  • 1 taza de agua de remojo de los chiles
  • Sal al gusto
  • Opcional: un poco de caldo de pollo o vegetal para ajustar la textura

Para los chilaquiles:

  • Tortillas del día anterior, cortadas en triángulos y fritas (o totopos de buena calidad)
  • Aceite vegetal, para freír (si usas tortillas)
  • Queso fresco o rallado (puede ser panela, cotija o incluso mozzarella en apuros)
  • Crema mexicana
  • Cilantro fresco, picado
  • Rodajas de cebolla morada
  • Aguacate en rebanadas (opcional pero delicioso)
  • Huevos estrellados o pollo deshebrado, si deseas agregar proteína

Esta base te dará un plato robusto y lleno de color. ¿Un tip? Sirve tus chilaquiles con una bebida cremosa y fría como este taro milk tea para contrastar con el calor de la salsa.

Y si tienes tortillas sobrantes, ¡felicidades! Estás justo donde comenzó esta receta ancestral: con el deseo de transformar lo que ya tienes en algo digno de celebración.

Preparación de salsa para receta de chilaquiles de guajillo colada en aceite caliente
Preparación de salsa para receta de chilaquiles de guajillo colada en aceite caliente

Receta Paso a Paso: Logrando la salsa perfecta

El corazón de esta receta de chilaquiles de guajillo está, sin duda, en la salsa. Si los totopos son la base crujiente del plato, la salsa es su alma: terrosa, fluida, y con ese característico rojo profundo que despierta el apetito.

Aquí no se trata solo de mezclar ingredientes. Se trata de tratar al chile con respeto, al tomate con paciencia, y a la licuadora como una herramienta que termina lo que comenzó el comal.

Paso 1: Tostar los ingredientes secos

En un comal caliente o sartén sin aceite, coloca los chiles guajillos limpios y sin semillas. Tómalos uno por uno y dales una vuelta rápida —unos 10 a 15 segundos por lado— hasta que empiecen a liberar su aroma. No los quemes, o tu salsa amargará.

Haz lo mismo con la cebolla y el ajo (con piel), tostándolos hasta que tengan manchas doradas. Este paso añade profundidad sin necesidad de asar en horno.

Paso 2: Remojar y suavizar

Coloca los chiles tostados en un tazón con agua caliente y cúbrelos por completo. Déjalos remojar durante 10 a 15 minutos, hasta que estén blandos al tacto. Puedes reservar una taza del agua de remojo para licuar después, ya que contiene mucho sabor.

Mientras los chiles se suavizan, puedes aprovechar para preparar tus totopos caseros o freír las tortillas del día anterior.

Paso 3: Licuar con técnica

Agrega a la licuadora los siguientes ingredientes:

  • Chiles guajillos ya remojados
  • Jitomates (puedes usarlos crudos o escalfados)
  • Ajo pelado y cebolla tostada
  • ½ a 1 taza del agua de remojo
  • Sal al gusto
  • Opcional: un poco de caldo para suavizar la mezcla

Licúa hasta obtener una mezcla uniforme y sin grumos. Si deseas una textura más sedosa, pasa la salsa por un colador fino. Este paso es típico en muchas cocinas tradicionales mexicanas y realmente marca la diferencia.

Paso 4: Cocinar la salsa

En una cazuela o sartén grande, calienta una cucharada de aceite vegetal. Vierte la salsa colada y cocina a fuego medio durante 5 a 7 minutos, moviendo constantemente. La salsa debe espesar ligeramente y adquirir un tono más profundo.

Aquí es donde el sabor se desarrolla completamente. Sabes que está lista cuando empieza a burbujear suavemente y deja un aroma irresistible en la cocina.

Esta salsa no solo sirve para chilaquiles; puedes usarla sobre huevos, enchiladas o incluso como adobo para carnes. Si tienes sobras, consérvalas en refrigeración y acompáñalas con algo sencillo como este frozen garlic bread in air fryer para una cena express con sabor casero.

Receta de chilaquiles de guajillo servidos con huevo, aguacate y café de olla.
Chilaquiles de guajillo tradicionales acompañados con huevo frito, aguacate y café de olla, un desayuno mexicano lleno de sabor.

El Ensamblaje: Totopos Crujientes y el Momento de Servir

Ya tienes la salsa perfecta: espesa, roja, aromática y vibrante. Pero el verdadero arte de esta receta de chilaquiles de guajillo está en el punto justo entre lo crujiente y lo suave. ¿Cómo lograr que los totopos no se conviertan en masa, pero tampoco queden secos? Aquí está el secreto.

Paso 1: Elige buenos totopos (o hazlos tú)

Puedes usar totopos comprados, pero nada supera a los triángulos de tortilla del día anterior fritos en casa. Solo necesitas cortarlas, freírlas en aceite caliente hasta dorar y escurrir en papel absorbente.

El grosor importa: mientras más gruesa la tortilla, mejor resistirá la salsa. Una tortilla muy delgada se romperá al instante.

Pro tip: Si buscas una alternativa más práctica, acompaña los chilaquiles con un toque moderno como este air fryer catfish nuggets para un desayuno-almuerzo que mezcla tradición y fusión.

Paso 2: Calienta, no ahogues

En una sartén amplia, vierte una porción generosa de la salsa y caliéntala a fuego medio. Una vez caliente, agrega los totopos y mezcla suavemente con una espátula de madera, asegurándote de que se impregnen pero sin revolver demasiado.

No dejes que hiervan por mucho tiempo. El objetivo no es cocinar los totopos, sino calentarlos con la salsa. Un minuto, máximo dos, es suficiente para que absorban sabor y mantengan textura.

Si te gustan más suaves, déjalos unos segundos extra. Si los prefieres crocantes por dentro y bañados por fuera (como los hacen las abuelas), revuelve apenas y sirve al instante.

Paso 3: El momento de servir

Sirve inmediatamente en platos hondos. Agrega los toppings clásicos:

  • Queso fresco desmoronado
  • Crema mexicana o agria
  • Cilantro fresco picado
  • Cebolla morada en tiras delgadas
  • Aguacate o huevo estrellado, si gustas

Para una versión más completa, añade pollo deshebrado o incluso carne asada. Y si quieres algo dulce al lado, un pequeño bento cake puede convertir tu desayuno en celebración.

¿Y lo mejor de todo? Cada mordida es una mezcla de textura, acidez, frescura y ese toque terroso del guajillo. Es un abrazo directo de la cocina tradicional mexicana.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Qué ingredientes llevan los chilaquiles?

Los chilaquiles tradicionales llevan tortillas fritas (o totopos), salsa (verde o roja), queso, crema, y a menudo se complementan con cebolla, aguacate o huevos. En versiones más completas, se añade pollo deshebrado o carne. Nuestra receta de chilaquiles de guajillo se enfoca en la versión roja, resaltando el sabor del chile sin opacarlo con ingredientes innecesarios.

¿Qué ingredientes lleva la salsa de chile guajillo?

La base incluye chiles guajillos secos, jitomates, ajo, cebolla, agua o caldo, y sal. Algunas versiones añaden especias o un toque de comino, pero lo esencial está en el equilibrio entre lo ahumado del chile y lo dulce del jitomate.

¿Cuáles son los chilaquiles originales?

Los más antiguos y tradicionales se preparaban con tortillas del día anterior, salsa y algo de queso. Su origen está en el aprovechamiento del maíz en la cocina indígena mexicana. La versión con salsa roja para chilaquiles chile guajillo es una de las más emblemáticas del centro del país.

¿Cuál es la diferencia entre chile mirasol y guajillo?

Ambos vienen de la misma variedad, pero el mirasol es el chile fresco, mientras que el guajillo es la versión seca. Al secarse, el chile desarrolla un sabor más concentrado, con matices ahumados y afrutados. Por eso, el guajillo es perfecto para preparar salsas complejas como la que usamos aquí.

¿Cuáles son algunos errores comunes al hacer chilaquiles?

Salsa demasiado líquida o sin colar, lo que vuelve el platillo aguado.
Totopos mal fritos, que se deshacen o absorben demasiado aceite.
Cocer en exceso los totopos con la salsa, lo que les quita textura.
Omitir toppings frescos como la cebolla, crema y queso, que aportan contraste.

¿Cuáles son los ingredientes para hacer chilaquiles verdes?

En la versión verde se utilizan tomatillos, chiles serranos o jalapeños, ajo, cebolla, cilantro y caldo o agua. Es una variante más ácida y fresca, ideal para quienes buscan un sabor menos terroso que el de los chilaquiles rojos con guajillo.

¿Buscas una versión con proteína para un almuerzo rápido?

Prueba esta receta de air fryer pomegranate glazed salmon como acompañamiento elegante.

Conclusión: Sabor, Color y Tradición en un Plato

Los chilaquiles son mucho más que un desayuno típico; son una forma de honrar nuestras raíces, una receta que transforma lo cotidiano en algo digno de compartir. Esta receta de chilaquiles de guajillo auténticos demuestra que con ingredientes simples, una buena técnica y un poco de cariño, podemos recrear en casa un platillo lleno de historia.

Desde el momento en que se tuestan los chiles hasta el instante en que los totopos crujen bajo la salsa caliente, cada paso es un homenaje a generaciones pasadas. No importa si los sirves con huevo, pollo o simplemente con queso y crema: el sabor profundo del guajillo hace de esta receta una de las más queridas dentro del repertorio mexicano.

Te animamos a probar esta versión roja, ahumada y equilibrada. Y si te queda salsa, no dudes en aprovecharla en otras recetas fáciles como esta frozen hash browns in air fryer para un desayuno express con toque mexicano.

Al final, lo más importante es mantener viva la tradición: cocinar con lo que tenemos, aprovecharlo todo, y disfrutarlo en buena compañía. Porque en cada plato de chilaquiles, hay una historia, un recuerdo, y un sabor que merece ser celebrado.

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